LA CUESTA DE ENERO

Las cuestas constituyen un sistema de entrenamiento que se engloba dentro de los “sistemas de entrenamiento natural” ya que  son fáciles de encontrar en un paseo por la naturaleza. Ya lo sé! Si vives en la meseta lo tienes más complicado pero aún aquí, a orillas del mediterráneo es fácil encontrar alguna para entrenar. Cuando las incluimos en nuestro programa de entrenamiento, se produce una mejora a nivel de la resistencia (aeróbica), igual que cuando hacíamos el viejo “anda y corre” pero con una mayor intensidad, es decir, se dispara nuestra frecuencia cardíaca por lo que, además de sistema de entrenamiento natural forma parte de los entrenamientos “fraccionados”: entre cuesta y cuesta, se introduce una pausa de recuperación para  desacelerar nuestra frecuencia cardíaca; pero además de esta mejora, a nivel cardiovascular, se produce una gran mejora a nivel de la musculatura del tren inferior incrementando además la potencia, por la resistencia que opone la pendiente. Por lo tanto y resumiendo este rollo, a mayor esfuerzo, mayor recompensa y mayores beneficios.

A la hora de enfrentarnos a este tipo de entrenamiento, debemos tener una cierta preparación física; recuerdo que empezamos en septiembre. Pero para aquellos que se incorporan ahora, en enero, un buen mes para sumarse a la filosofía de tuentrenadormagazine, ahí van algunos consejos para enfrentarse a LA CUESTA DE ENERO:

En el plano del entrenamiento: aprovecha todos los recursos que tienes a tu alrededor para entrenar: la naturaleza, el paseo marítimo o un parque son suficientes para que rompas tu estado de sedentarismo. En muchas ciudades se han instalado los gimnasios urbanos con “máquinas” para trabajar casi todos los músculos del cuerpo, a nivel  muy elemental pero suficiente para empezar. No pongas la escusa de que no hay dinero para ir a correr al estadio olímpico de Pekín.

´RAMPA DE SUBIDA AL PICÓN DE JÉREZ. JÉREZ DEL MARQUESADO. GRANADA

En el plano de la nutrición, empieza a borrar de la lista, de aquella “lista de la compra” de la que hablábamos hace unos meses todo lo que realmente no es de primera necesidad: dulces, galletas, chocolates… bebidas con gas o alcohol… que además de engordar la cintura engordan la cuenta del supermercado. Respecto a los alimentos esenciales, echa mano de las frutas (una manzana, un kiwi y dos plátanos) , verduras (una lechuga, dos tomates…) y pescados (una dorada, una rodaja de salmón…) de temporada. Compra la carne que vayas a consumir, al corte en lugar de comprar bandejas que al final tendrás que congelar y cocina (o que te cocinen) lo que vayas a comer, sin excesos y. por supuesto, sin que haya que tirar nada a la basura después de comprado, pagado y cocinado.

Respecto a la suplementación y teniendo en cuenta que estamos de recortes, la dejaremos para más adelante aunque siempre puedes recurrir a la fitoterapia de la que ya hemos hablado en alguna ocasión (de venta en farmacias) a precios asequibles y con productos naturales que sirven para casi todo, excepto para levantarte del sofá y sacarte a la calle a correr (paso 1).

Con todo lo que vamos a ahorrarnos este mes, simplemente con la planificación que hemos hecho, yo me voy de rebajas.

 ¿Alguna sugerencia?