En mi pueblo había una jota (ciezana) popular con que rezaba así: “si los curas comieran piedras del río… no estarían tan gordos los tíos jodíos…”.
Y es que ha caído en mis manos el libro “1000 recetas de cocina de los monasterios” de SERVILIBRO del que subrayo algunos platos: “bolos de millo” con manteca, harina, huevos y azúcar entre otros ingredientes, “lentejas con morcilla de arroz” en la que ya puedes intuir lo que lleva el plato ¡ligerito!...
El libro sin embargo empieza con una lista de ensaladas: me lo compro. 28 recetas que en algunos casos constituyen por sí solas, un primer y segundo plato. Y esto lo digo por sus ingredientes. También las hay más ligeras como la que sugiero hoy: “ensalada de atún” a base de lechuga, tomate, pimiento verde, espárragos y atún. Aliñada con aceite, sal, vinagre y orégano.
La presentación y la elaboración es mía: se corta la lechuga y se la lava colocándose en el fondo del plato. A continuación, lavamos el tomate y lo troceamos en daditos, ocupando el centro del plato. A continuación, se lava el pimiento verde y se corta a trocitos pequeños que se distribuyen a modo de corona en el plato (así se confundirá con la lechuga y se lo comerán). En el corazón del plato se planta el atún abundante, sobre el tomate, y se rodea con los espárragos que se colocan con el corazón hacia dentro para poderlos coger con la mano por el tallo.
Se adereza con una cucharada de aceite de oliva, sal baja en sodio, un poco de vinagre (al gusto) y orégano a discreción. Recomiendo dejar reposar en el frigorífico para que se mezclen los sabores y… lista para servir.
El único inconveniente que le encuentro es el tomate y es que, en algunas bibliografías, el tomate se considera una fruta ácida y, por lo tanto, no se debe mezclar con otros alimentos. Ya hablaremos de eso, pero otro día. Buen provecho
Genial! Un plato muy ligerito como bien dices.. No conocía el libro, pero tiene muy buena pinta!
ResponderEliminarUn besito!