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Licenciado en Educación Física

lunes, 2 de enero de 2023

EL ENTRENAMIENTO INVISIBLE: PARTE II

 Todos tenemos claro lo que debemos hacer durante nuestro tiempo de entrenamiento: bien lo que nos dice nuestro entrenador, bien lo que me propongo, bien lo que me dé la gana cada día. Algunos dedican a este “tiempo de entrenamiento” media hora al día si solo quieres mantenerte activo, dos horas si tienes un objetivo competitivo o hasta 6 horas en una o varias partes si aspiras a hacer algo “extremo”. También he leído por ahí que es suficiente con rutinas 10 minutos al día… ¡¡¡más vale eso que nada!!!

Cuando planificamos la semana y cuadramos esos “minutos” en nuestra agenda diaria comprobaremos que quedan muchos más minutos al día que pueden contribuir a conseguir ese objetivo o, por el contrario, apuntar en la otra dirección. Vamos a llamar a todo eso que hacemos a lo largo de la jornada como ENTRENAMIENTO INVISIBLE.

¿Cuánto duermes? Empezamos el programa “invisible” por el sueño reparador de cada día: depende de la edad, del sexo, del trabajo diario… pero en cualquiera de los casos debe ser un sueño reparador con un mínimo de 6 horas seguidas, preferentemente en las primeras horas de la noche, aunque tenga que madrugar al día siguiente. Cuida de tu colchón con el mismo cariño que de tus zapatillas de running…

¿Has desayunado? Una de las modas del entrenamiento actual es estrenar a las 6:00 de la mañana, en ayunas, recién levantado, con más o menos frío… que será más o menos beneficioso según el objetivo que te planteas. Si buscar mejorar tu rendimiento, desde luego que no es la mejor hora para “exigir” a tu cuerpo lo mismo que le podrías pedir a partir de mediodía cuando tu metabolismo estuviera “despierto”.

¿Qué comes? Desayuno, comida, cena y snacks… Lo que vayas “metiendo” en el cuerpo va a condicionar tu rendimiento. Para mí es unos de los retos más importantes cuando buscamos un objetivo ambicioso como “bajar de peso” o “mejorar marcas personales”. ¿Por qué? Porque nuestro rendimiento va a depender muy mucho de lo que comamos y bebamos cada día, en cada una de las CINCO comidas. Sin entrar en el tema de la alimentación de la que no soy experto, huelga decir que, si no desayuno, a media mañana me tomo un café con un bollo, a medio día salgo de tapas y por la noche no ceno para “no engordar”, mis objetivos se alejan cada vez que se siento en la mesa. Mucho peor si lo hago el día antes de la carrera…

¿Algún suplemento? Desde la propia experiencia comparto la idea que un ritmo de vida por “encima de lo normal” exige una alimentación por encima de lo normal: controlada al 100% o que incluya la toma de suplementos deportivos que complementen esas necesidades añadidas; incluso con una alimentación controlada, las exigencias alimenticias de la competición exigen la ingesta de esos suplementos; desde un polivitamínico hasta un suplemento de proteínas, recuperadores, pre entrenos…

¿A qué dedicas el tiempo libre? No es la canción de Perales… El tiempo de libre, debes dedicarlo a mejorar tu rendimiento o por lo menos, no apuntar en la dirección contraria: un sábado de compras previo a la competición del domingo no es la mejor manera de preparar esa competición, aunque hayamos entrenado toda la semana. Intenta que esas horas te ayuden a descansar y recuperarte para el día D.

El día antes: lo malo de que las competiciones las pongan en domingo es que nos perdemos todo el fin de semana… He hablado con algunos deportistas y entrenadores que dicen que “no importa lo que se haga la noche antes de una competición” si todo el trabajo previo está bien hecho; esto se refiere a una noche viajando, una noche de insomnio por los nervios o alguna situación parecida: desde luego que los que promulgan esta idea no se refieren a pasar todo el fin de semana de copas y de fiesta antes de la carrera del domingo por la mañana…

Termino apuntando que el entrenamiento invisible es todo lo que hacemos “fuera del tiempo de entrenamiento”. Hace unos días escuché una anécdota en la radio sobre el recién fallecido Pelé: un famosos jugador de fútbol se encontraba con el “rey” ya retirado en una discoteca a las 4 de la mañana. El jugador se acercó a Pelé y le dijo: ¿me puedo hacer una foto contigo? ¡¡¡Yo también soy futbolista!!! Pelé le respondió: si fueses futbolista no estarías a las 4:00 de la mañana en una discoteca….

¡¡¡Claro!!! Ahora es cuando me decís aquello de que “yo tengo trabajo”, “tengo que atender a mi familia”, o “yo no soy profesional” …

Y me pregunto…:  para qué quieres una bicicleta de 10000 euros y llevas las últimas zapatillas que han sacado para correr a 3 minutos por kilómetro.

¡¡¡Todo suma, y el entrenamiento invisible también!!!

 

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