La lista...

...de la compra.  Y es que en casa no comemos nada que no esté en la despensa o en el frigorífico. Y si no está en la lista de la compra nunca estará.

La idea de ponerse a dieta pasa por elaborar una lista de la compra en la que no se incluyan alimentos que no se deben consumir: chocolates, esas galletas tan deliciosas, helados…

Y no es por adelgazar ni por engordar… solamente lo hacemos por estar sanos, mostrando un buen aspecto físico y en definitiva, a gusto con nosotros mismo y también, un poquito más feliz.

Y reitero que no consumo nada que no esté en casa y de ahí la importancia de la lista de la compra; hace muchos años decidí elaborar una lista de la compra para facilitar esta tarea que cada semana (una, dos o tres veces)  tenemos que hacer.

La idea inicial era facilitar su elaboración, todo está apuntado y solamente tengo que marcar con una “X” más el número de unidades, lo que realmente necesito.

Con el tiempo me dí cuenta de que además de facilitarme la tarea, evitaba comprar determinados artículos, que además de no ser necesarios, no eran precisamente adecuados para conseguir uno de mis objetivos: estar en forma. Chocolate, helado, galletas o pasteles, suculentos postres o una delicatessen de jamón ibérico… En definitiva, calorías, calorías y calorías.

Y me dí cuenta de la importancia que tenía mi lista de la compra:  ULTRAMARINOS,  alimentos envasados o enlatados, liofilizados, pero necesarios en el día a día (arroz, pasta, atún en lata, tomate natural o frito…O conforman esta lista de productos; LIMPIEZA, que aunque no sirven para comer, forman parte de la lista, junto a los otros de HIGIENE PERSONAL.

Seguimos con LÁCTEOS. Aquí se incluyen los de mi mujer, los de mi hija y los míos: necesarios los unos y  suculentos los otros.

Continuamos con FRUTAS  Y VERDURAS y aquí me detengo. Esta parte de la lista cambia según la temporada; en primavera consumimos frutas y verduras  de primavera y en verano hacemos lo mismo, o en otoño. Y es que aunque ahora podemos comer sandías en octubre, las de junio y julio están más sabrosa y también más baratas: por eso podremos diferenciar aquellas que son de temporada de otras que no lo son.

CARNES: prohibido el cerdo y semiprohibido  la ternera y el cordero, solamente nos queda el pavo, el pollo y el conejo en todas sus variedades como elección, aunque cada vez consumimos menos… a favor de PESCADOS: con este pasa lo mismo que con las verduras: elijo aquel que por el precio se denota que es de temporada. Tanto en CARNES como en PESCADOS, me dejo aconsejar por el dependiente que ya me conoce y me recomienda uno u otro producto.

Luego tengo un apartado de SELECTOS: por si tenemos una visita en casa pero que generalmente acaban en mi estómago y que posteriormente tengo que “quemar” en el gimnasio.

En el apartado de BEBIDAS se incluye desde el agua hasta la cerveza, pasando por la leche y por los refrescos o el aquarius. Cada vez tengo más prejuicios en este apartado de la lista e intento tener en casa lo imprescindible: intento quitar los refrescos que aunque en formato “zero” tienen gases, las bebidas alcohólicas (fermentadas) que las dejo solamente par algunas ocasiones e incluso el aquarius, que lo sustituimos por agua: menos calorías por litro… y menos euros.

Nada de chucherías, nada de chocolates, galletas, aperitivos…. Nada que se interponga entre mi objetivo y yo.

Una bolsa de patatas fritas (100 gr) me puede aportar  alrededor de las 700 Kcal. Me las como en unos minutos y necesito dos horas de bicicleta para consumirlas!!!. Seamos inteligentes.

Si no lo necesitas, no lo compres. Mi madre siempre decía al acabar la comida: cómete eso para no tirarlo a la basura. Ahora sé que lo inteligente es no comerlo para no tenerlo que quemar en el gimnasio o no cocinarlo para no tenerlo que tirar o no comprarlo para no tener que cocinar y posteriormente tirar  a la basura o quemar en el gimnasio (me estoy liando).

Pero si te apetece darte un capricho puedes hacerlo: el domingo después de comer en casa con los amigos, si te apetece un pastel, súbete al coche y busca una pastelería.  Lo compras y luego vuelves. Seguro que te cuesta más que entrar a la cocina y cogerlo de la  despensa y por lo tanto, no lo harás, o lo harás menos.

                                                  La huerta del Segura. Cieza (Murcia)